Gloriosa virgen y mártir Santa Bárbara,
testigo fiel de Jesucristo hasta la muerte
y fuerte en tu fragilidad.
Tú que llevas protegiendo a tus artilleros
más de quinientos años,
continúa guiando nuestros pasos
para que no seamos engañados
por el espíritu del mal,
y sigamos en nuestra vida cristiana
el ejemplo de tu fidelidad al Señor.
Danos fortaleza interior para que ,
marchando siempre unidos,
mantengamos la fidelidad a la patria,
la entrega en el cumplimiento del deber,
el espíritu del servicio
y la disponibilidad hasta el sacrificio. Amén.
Padrenuestro, avemaría y gloria.
